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Los procesos terapéuticos a través del arte y la creatividad me han acompañado desde que me quedé embarazada de Daibel. Os he hablado bastante de ello en estos años. Unos ejemplos: este post sobre cómo crear mandalas o éste de manualidades para tiempos de crisis.

Hoy quiero contaros el proceso de arteterapia más potente que he realizado. Lo es por dos razones: porque fue tras la pérdida reciente de mi hijo y porque lo he hecho con el acompañamiento de una profesional, Itahisa Mateo, de Proyecto Amarte.

Durante el confinamiento, desde la Asociación Cultural Convive, estrechamente relacionada con el Colegio Siglo XXI de Moratalaz, se nos dio la oportunidad de participar en un taller de arteterapia gratuito. Una amiga me pasó la información y desde el primer momento me atrajo la idea. Dediqué un tiempo a pensar si era algo que me encajaba en ese momento. Estábamos en abril. No paraban de surgir propuestas de entretenimiento, ejercicio, videollamadas… Había mucha sobrecarga ya y yo quería pensármelo bien. Además, ¿estaba dispuesta a atravesar el dolor que seguramente el taller me traería? La respuesta fue claramente un sí. Finalmente decidí apuntarme. Había sólo 20 plazas y me correspondió una. Me hizo tanta ilusión que lo viví como si me hubiesen dado una beca que deseaba mucho. 

 

Cómo fue el taller

En el blog del colegio contamos cómo se desarrolló el taller a grandes rasgos. Duró 5 semanas y, cada una de ellas, Itaisha nos propuso tres tipos de ejercicios: dibujo de formas, elaborar una fase de metarmososis con un elemento de nuestra elección (yo elegí la Luna) y una actividad creativa.

No fui capaz de realizar las propuestas de dibujo de formas. No era mi momento y, a la vez siento que es lo que más necesito. El dibujo de formas me puso de frente mi autoexigencia, mi impaciencia. No me relajaba nada, todo lo contrario, por lo que me provocaba mucho rechazo. Era incapaz de fluir con las formas. Estaba verdaderamente atascada. Deseo poder retomar estos ejercicios, aparentemente sencillos, pero que tanto me removieron.

Las actividades creativas, pensadas para que nos soltásemos y nos dejásemos llevar, me resultaron muy interesantes. De nuevo me las llevé a un terreno más intenso. Desde que Daibel murió conecto mucho con él a través de las cosas que creo y estos ejercicios me llevaron por ese camino. Así que eso de soltarse y divertirse, no fue del todo conmigo. Pero sí hice grandes descubrimientos que, aunque reflexivos e incluso dolorosos, me aportaron mucha claridad. En las próximas semanas, en redes sociales os mostraré alguno de esos trabajos.

 

La metamorfosis

Hoy de lo que quiero hablaros en profundidad es del ejercicio que más disfruté, en el que más empeño puse y el que más aprendizaje me trajo: la metarmosfosis. 

La propuesta era que escogieramos un elemento del cual pudiéramos representar cuatro fases. Podía ser una planta, una mariposa, una libélula, las estaciones… Yo me decidí por la Luna. En un primer momento, cualquiera que me conociera, habría pensado que yo escogería una planta. Fue mi idea inicial. Pero pensándolo un poco, la Luna me atrajo mucho más y me alegro mucho de haberme decidido por ella.

Dejando al menos una semana entre la elaboración de una fase y otra, fui  haciendo mis lunas. Después, escribía las palabras que me habían atravesado la mente mientras creaba. Además, Itahisa me acompañaba en mis reflexiones después de cada fase, ayudándome a poner palabras y sentido a lo que había creado.

 

Luna nueva

luna 1   luna 2

Empecé con la Luna nueva. Me pareció que debía empezar desde la nada, desde el vacío. Conectando con ese inmenso dolor que provocaba que mi hijo no estuviera conmigo. Realicé una composición con cera negra y recortes de papel. Creo que se ve claramente la rabia y la oscuridad que representa. El trazo marcado, caótico y poco definido de la cera no deja lugar a dudas.

Pero hay luz. Hay estrellas amarillas. Y no son pocas. Para mí, representan un nuevo comienzo con oportunidades a transitar. 

 

Luna creciente

luna 3   luna 4

La Luna creciente es un collage que hice sobre cartulina negra. Esto me permitía que las figuras tuvieran formas más definidas, rebajando la angustia que transmitía la primera composición.

Sigue habiendo mucha oscuridad, incertidumbre, a mi parecer, pero también muchas estrellas, esta vez agrupadas. Hay más orden.

 

Luna llena

luna 5   luna 6

La potencia de esta fase es brutal para mí. La Luna llena requería un cambio total de escenario. Le pregunté a Itahisa si estaba bien que cambiara totalmente de técnica y materiales. Ella me preguntó por qué quería hacerlo. Esta fase me pedía un cambio, una apertura, así que ambas pensamos que utilizar otro material era de lo más conveniente

Salió esta joya de la que se ha enamorado cada persona que la ha visto. Se trata de un mantel individual en el que he cosido fieltro y lana cardada haciendo una composición que rompe totalmente con lo creado hasta ese momento.

El mantel era de Daibel. Lo usábamos para dejar encima sus cosas (jeringas, sistemas de alimentación, gasas, sueros…) para que no se ensuciaran las superficies en las que lo depositábamos. Estos manteles están destrozados de todos los lavados que llevan, pero fui incapaz de tirarlos. A la vez, no me gusta quedarme con cosas suyas a las que no les vaya a dar uso. Así que me pareció el lienzo perfecto para esta creación.

Me salió un árbol, que para mí representa la familia, y una casa. Nuestra casa. Desde este momento, la casa como símbolo cobraría gran importancia en todo mi proceso de duelo. Pronto os contaré más sobre esto.

Dentro de que la composición sigue siendo oscura porque es un paisaje nocturno, es la que más luz tiene, ya que la luna está llena, sigue habiendo muchas estrellas y sale luz amarilla del interior de la casa. Este texto que publiqué en el blog hace casi un año explica por qué. 

 

Luna menguante

luna 7   luna 8

Cerré el proceso con la luna menguante. Qué apropiado. Recogerse cuando hay temporal es la mejor de las ideas. Tuve que pasar por todas las fases para darme cuenta de que ésta es la que más me representa ahora.

Vuelve a ser un collage, con una foto nuestra sobre acuarela, una técnica que no domino en absoluto, pero que me pareció idónea para representar la falta de control sobre todas las cosas. 

La foto no es cualquiera, claro. Es de la primera vez que fuimos al mar tras su fallecimiento. Aquel día estaba en todas partes: en cada grano de arena, en cada gota con sal, en nuestros abrazos, en nuestras lágrimas… 

Esa potente luz amarilla es suya. Nos guiará siempre y espero que ese camino lo hagamos siempre los dos juntos. Él nos ha enseñado cuáles son nuestras proridades y, cuando dudo, vuelvo a él y tengo la respuesta. 

 

Más arteterapia

Tras escribir este post me di cuenta de que me sentía estancada. Los ciclos de la luna son eso, ciclos, y como tales, nunca cesan. Siento que me quedé en la Luna menguante. Compartí mi reflexión y el texto con Itahisa. Ella me propuso retomar el trabajo de artetarapia para indagar de dónde viene ese bloqueo y tratar de deshacerlo. En ello estamos.

Yo tengo una idea de por donde vienen los tiros y es por la falta de aceptación de algunas cosas. No de la muerte de mi hijo en sí misma, pero sí de cuál es mi lugar en el mundo sin él. Llevo enfrascada en este tipo de pensamientos desde enero y estoy harta de mi propio discurso. De ello te hablaba hace unas semanas en redes sociales con esta imagen cuya creación fue también acompañada por Itahisa. Os dejo un extracto del texto que publiqué.

 labernto de espino

“(...)En la puerta de mi casa hay un laberinto de espino que no consigo cruzar. Lo intento muchas veces, pero el mundo de ahí fuera me parece de lo más hostil. Y no es solo una cuestión pandémica. Cada vez que salgo, me pego un buen arañazo, me encojo y vuelvo a casa para sentirme protegida.

Lo sigo intentando, porque ¿veis que hay luz? Al otro lado del laberinto hay luz. Y me llama. Cuando me recupero del arañazo, me siento con suficiente energía como para volver a cruzarlo. Me visto, miro si hace buen tiempo, pongo mis condiciones para salir, lo intento de nuevo y me vuelvo a herir. Otra vez para casa.

Ese es el resumen. El mundo va a una velocidad que yo no puedo asumir. No llego a subirme al tren. Necesito más tiempo, pero tengo poca paciencia. (...)

 

Gracias, Itahisa, por apoyarme en este viaje. Como tú bien nos dijiste, este proceso requiere que una profesional lo acompañe. Así que si alguien al otro lado de la pantalla cree que necesita un acompañamiento como éste, que no dude en ponerse en contacto contigo

Publicado en Salud emocional
Martes, 30 Mayo 2017 07:25

Baby Art en el Museo Gugghenheim de Bilbao

En Crianza Mágica queremos proponerte planes inclusivos para realizar con niños con discapacidad. Para eso está esta sección de actividades. Hoy, he vuelto a invitar a Izas –que ya nos contó cómo fue su lactancia con Hugo- para que nos explique cómo se lo pasa su familia en una divertida actividad de arte. Con ella os dejo…

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En busca de actividades

Cuando tienes un niño con discapacidad, hay días en los que sientes que no encajas en el mundo. Es complicado buscar actividades que se adapten a sus necesidades y que le permitan, a la vez, disfrutar del juego con otros niños de su edad. El parque es una verdadera selva donde impera la ley del más fuerte y la discapacidad no juega a su favor. Esto se complica aún más los días de frío o lluvia. Los parques de bolas no son una opción para los niños que no caminan. Te pones a buscar planes y al final terminas ideando tus propios juegos en casa porque, como decía, ningún plan parece adaptarse a las necesidades de tu hijo. 

Buscando ideas y alternativas en internet, un día encontramos el plan perfecto para que Hugo pudiera estar bajo techo, con otros peques, disfrutando de algo que le encanta, la pintura. El Museo Gugghenheim de Bilbao ofrece talleres para niños de diversas edades los fines de semana. Entre estos talleres, hay uno que se llama Baby Art, va dirigido a bebés y está dividido en 2 grupos por edades de 0-12 meses y de 12-24 meses. Los peques van acompañados de 1 ó 2 adultos. Parecía la actividad perfecta para disfrutar los 3 en familia, pero había un pequeño problema. Aunque Hugo está aprendiendo a caminar ahora, ya tiene 3 años y medio y la edad tope estaba fijada en 24 meses. Llamamos al museo, explicamos nuestra situación y no pusieron ninguna pega para que pudiera asistir al taller que solicitamos. Fue genial recibir esa respuesta y ver que son capaces de adaptarse y favorecer la inclusión y la integración de un niño con discapacidad. 

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Estimulación sensorial para Hugo

Hemos asistido ya en 2 ocasiones, ¡y las que nos quedan! Al comienzo del taller, los peques pasan al museo y realizan una actividad en una zona con luces; también descubren los laberintos de Richard Serra, pasadizos de metal donde explorar y jugar con la voz y el eco, a la vez que con las dimensiones y la propiocepción. Después, pasamos a una sala oscura, llena de pantallas gigantes donde disfrutar de una obra audiovisual con música que estimula los sentidos. La sala está oscura y los niños se lo pasan en grande jugando a esconderse entre las pantallas y a encontrar a sus padres, a la vez que pueden ver músicos tocando en la pantalla y escuchan las melodías. Es una actividad súper completa porque jugar a oscuras favorece la estimulación de los otros sentidos. Por último, pasamos a la sala de talleres y ahí, pueden disfrutar de la pintura de diferentes formas. Los talleres van variando de una semana a otra. Hasta ahora, hemos podido disfrutar de mesa de luces donde pintar con las manos, pintura en la pared o en láminas en el suelo con un rodillo, bolas de espejo donde mirarse y jugar con las formas, collage de un retrato en el aire… Trabajan la motricidad fina pegando ojos, nariz y boca en una cartulina que está suspendida del techo. Con las pinturas, dan rienda suelta a su creatividad y también trabajan la estimulación sensorial, hay quien pinta con las manos y quien se pringa de arriba a abajo. Juegan con luces, espejos, perspectivas, formas…

La verdad es que son 2 horas llenas de diversión donde padres y niños disfrutan juntos, donde la discapacidad apenas se nota porque cada niño explora el entorno a su ritmo.

¿Has asistido a alguna actividad parecida? ¿Te cuesta encontrar actividades donde tu hijo encaje?

 

Publicado en Actividades
Viernes, 20 Enero 2017 12:40

A malos tiempos, buenas manualidades

Buena parte de nuestro 2016 fue bastante dura, como ya te conté en el post de aniversario. Sobre todo, se nos hizo muy difícil el verano, en el que Daibel tuvo un brote de epilepsia horrible, falleció mi abuela y no pudimos marcharnos unos días de vacaciones. Siempre os cuento que las manualidades se han convertido en mi válvula de escape y menos mal que me agarré a ellas en el último verano. Como no podíamos visitar algún sitio bonito, escapar del calor de Madrid y despejarnos, me puse a crear. Las manualidades me ayudaron a serenarme, concentrarme en algo bello, distraer mi mente, que se enreda fácilmente en lo angustioso... Me salvaron de enfangarme más todavía.

Quiero compartir con vosotros una recopilación de las manualidades que he hecho en los últimos meses. Tengo dos objetivos: enlazar los tutoriales que he seguido por si os dan ideas para hacer vuestras creaciones y demostrar que cualquiera puede. No me cansaré de decir que a mí nunca me gustaron las manualidades, que nunca se me han dado bien, que mi madre me acababa los trabajos del colegio, pero que la maternidad es capaz de transformarnos hasta el punto de que ahora las adoro y las necesito. Y, ¡oye, que no se me da tan mal! Hay resultados muy dignos, de los que me siento muy orgullosa en lo que os voy a enseñar.

Fieltro y lana cardada

Me encanta coser fieltro. Es muy fácil y siento como cada puntada me sana. Muchas de las cosas que hago son para regalar y me encanta hacerlas pensando en quien las va a disfrutar. Siento que me conecta con esas personas. Me gusta mucho pensarlas. También me encanta combinar la costura del fieltro con adornos de lana cardada. Queda muy bonito y pinchar la lana desestresa un montón.

Así, en verano hice estas marionetas de dedos para Martín, buscando ideas en Pinterest.

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Este Totoro se lo regalé a David y Javi. ¡Y me voy  a hacer otro para mí! Aquí podéis ver el tutorial que seguí.

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Lo que más he hecho son animales de fieltro en 2D y en 3D. Los animales planos es lo primero que aprendí a hacer gracias a Marta, una vecina que quedó un par de veces conmigo para enseñarme. El conejo lo hice siguiendo este tutorial. Además, hice una gallina y un zorro siguiendo las instrucciones de este libro de Tamara Chubarovsky.

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Mi amiga Cris me encargó un tres en raya. Fue mi primera creación sin seguir un tutorial y estoy encantada con el resultado. Irene también me encargó uno sobre superhéroes y otro de abejas y mariquitas.

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Mandalas

Ya lo sabes. Me gusta dibujar mandalas. En este post te conté cómo los hago para regalárselos a mis seres queridos. Además, al inicio de cada estación, dibujo uno y lo cuelgo en mi nevera.

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Este verano me animé a dibujar un mandala con lana, siguiendo este tutorial de De mi casa al Mundo.

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Y cuando a Daibel le hospitalizan, me llevo mis libros de arteterapia para relajarme en los ratos muertos.

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Grandes proyectos

El año pasado Kike y yo hicimos dos grandes proyectos para Nora. La primera fue esta casita de duendes. Cuando Daibel nació le regalaron unos productos de higiene de Weleda que venían en una caja monísima en forma de casita. En cuanto la vi, decidí que con ella haría un juguete para mi hijo. Pero Daibel no coge objetos ni juega con objetos convencionales, así que ahí estuvo la caja más de dos años cogiendo polvo… Pensé que la idea era buena y que otro niño debía disfrutarla, así que se la hice a Nora con mucho cariño. Con la ayuda de Kike, le hice dos pisos a la casa, la decoramos, y creamos los muebles  con la típica mezcla de cola, agua y papel de periódico. Los duendes son de lana cardada y los hice siguiendo este tutorial, que también seguí para crear los gnomos de la siguiente manualidad.

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 En verano hicimos la una casa del árbol para gnomos. Para mí, es la cosa más bonita que he creado nunca y disfrutamos cantidad haciéndola. Kike y yo pasamos un fin de semana montándola. Cada 10 minutos se nos ocurría algo nuevo que añadir. Fue un proceso de lo más creativo. Empezamos con la idea de hacer lo que se propone en este tutorial, pero ya veis que el resultado es bastante distinto porque las ideas nos salían a borbotones.

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Material adaptado

Cuando nacieron Leia y Mario, quise hacerles algo especial. Les regalé un sonajero adaptado a cada uno. También hice uno para Daibel. Te conté cómo lo hice en este tuturial.

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En otoño, con mucho cariño, cosí un parche y un antifaz que me encargó el fisioterapeuta de Daibel. Lo usa con otros niñ@s a los que trata en el centro de atención temprana para estimular el sistema vestibular, el equilibro, la propiocepción y la consciencia espacial.

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Tengo en marcha, desde hace meses, la creación de una manta sensorial. Ya sabéis que desde que empecé a trabajar dispongo de poco tiempo y la verdad es que este proyecto se me ha estancado. Cuando lo tenga terminado, os contaré en detalle cómo la he hecho y sobre todo por qué. A grandes rasgos os puedo contar que Daibel no quiere coger objetos, pero sí explora ciertas texturas. Aunque la manta no está terminada, sí que tengo los elementos seleccionados y se los ofrezco para que los toque.

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Espero seguir creando en 2017.

¿Me enseñas tus creaciones de 2016? ¿Te ha dado alguna idea este post? ¿Hau alguna manualidad que quieras hacer?

Publicado en Salud emocional
Lunes, 28 Diciembre 2015 10:06

Regalos para mamá

Estamos en temporada de regalos. Ya te he contado qué lista le hemos pasado este año a amigos y familiares con las cosas que necesita Daibel. Ahora os traigo un post con algunas ideas para regalar a mamás que, como yo, han sido poseídas por la creatividad que trae consigo la maternidad. Como en casa no celebramos la Navidad de forma convencional y Papá Noel no ha pasado por aquí, os voy a contar qué regalos me hicieron en mi cumpleaños, que también es en diciembre.

Una maternidad que inspira

Desde que me quedé embarazada se despertó en mí una creatividad que no sabía que existía. Y, al nacer Daibel con necesidades especiales, tuve que agudizar el ingenio porque las cosas que él necesita no son fáciles de encontrar en tiendas, así que le fabrico mucho de los juguetes y materiales de estimulación que utilizamos. Pero a mí nunca se me han dado bien las manualidades. De hecho, ni me gustaban. Hasta mi madre me acababa los ejercicios de plástica del cole porque a mí no me interesaban nada. Así que estoy iniciándome en esto de las manualidades y redescubriéndome, demostrándome que no se me da tan mal como yo pensaba y que soy capaz de hacer cosas chulas con un poco de tiempo, esfuerzo y paciencia.

Cuando la gente de mi entorno me pregunta qué quiero por mi cumpleaños, suelo aprovechar la ocasión para pedir cosas que necesito o que, al no ser una necesidad, yo no me compro por considerarlas un capricho que de momento no me puedo permitir. En mi cumpleaños de 2015 he aprovechado de lo lindo. Pedí cosas para aprender a hacer ciertas manualidades y potenciar mi creatividad.

Un kit de lana cardada

Ya os mostré por redes sociales lo entusiasmada que estaba cuando llegó el regalo de mis padres. Un kit para iniciarse en el las manualidades de lana cardada que le compramos a LoraLora. Me picó la curiosidad al ver las cosas que hacían en De mi casa al mundo y en De somni a realitat y, sobre todo, al recibir el hada Waldorf que nos regaló Aguamarina.

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El mismo día en que recibí el kit me puse a practicar. Me inicié con este tutorial para hacer gnomos y me  resultó fácil. Eso sí, me pinché varias veces y rompí dos agujas. Tengo fama de torpe, pero me pareció una actividad relajante y bastante sencilla y el resultado quedó muy digno.

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Libro y DVD de Tamara Chubarovsky

Otro gusanillo que me picó este año es el de los cuentacuentos. De vez en cuando me convierto en ‘Anita Dinamita, el hada de los cuentos y los juegos musicales’ XD y hago funciones en los cumpleaños infantiles de los hijos de mis amigos.

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Comencé basándome en las cosas que aprendo gracias, por ejemplo, a De mi casa al mundo (sí, otra vez, soy muy fan) o a Creciendomisol. Así que decidí profundizar un poco más y pedí que me regalaran el libro ‘Cuentos para ver, oír y sentir’ de Tamara Chubarovsky y sus 3 DVD de rimas y juegos. Aquí podéis encontrar la reseña que Aguamarina hizo del libro, que como bien dice, es una auténtica joya. Chubarovsky es una logopeda holística y maestra de escuela Waldorf que tiene un método terapéutico propio sobre cómo contar cuentos y hacer rimas de desdos, entre otras cosas, y que explica a la perfección en su libro. Pero no sólo eso, también hace una recopilación de cuentos para contar en cada época del año y tiene un capítulo en el que te enseña a confeccionar títeres para el teatrillo de mesa. Además, dedica unas páginas a explicar ejercicios para reeducar la voz y va acompañado de un CD para que puedas escuchar y aprender los cuentos y las canciones que te propone. ¡Completísimo!

3chubarovsky

Libros de Arteterapia

También, a causa de Aguamarina (esto empieza a parecer ya un publireportaje), este año me inicié con los mandalas. Gracias al vídeo que vi aquí, me pareció que no era tan difícil hacer uno y me puse con ello. Me encanta y me relaja mucho. Cuando me noto acelerada hago uno y la verdad es que me sienta de maravilla. Ya os contaré más sobre esta técnica de ralajación…

3Mandalas julio

Cuando colgué esta imagen en redes sociales, una amiga me recomendó un libro de Arteterapia. Y me he animado. Son libros en los que vienen láminas para colorear con un estilo muy mandala. Aunque lo que menos me gusta de hacer mandalas es pintarlos (prefiero dibujarlos porque me parece más creativo), pensé que me vendría bien tener uno de estos libros para coger ideas y aprender trazos nuevos. Mi sorpresa fue que, los dos libros que me regalorn, no sólo tienen láminas para pintar, sino que otras están pensadas para garabatear y que tú las termines.

3Arteterapia

Dos regalos inesperados

En casa recibí dos regalos sorpresa. Uno de parte de Daibel y otro del padre de la criatura. El de Kike no es tan artístico, pero me encantó. Con un aparato que se llama Android TV ha convertido en nuestra sencilla tele en una Smart TV. A nosotros nos gustan mucho las series y, ahora que pasamos mucho más tiempo en casa a causa del delicado estado de salud de Daibel, nos viene fenomenal.

Dejo para el final el regalo más molón de todos, el que me ha hecho Daibel. Ya te conté aquí que su estimuladora de la ONCE nos enseño un libro pop-up de David A. Carter que me dejó fascinada y que nos vamos a ir haciendo con la serie que ha hecho este autor porque son una maravilla. Pues va Daibel y me regala un libro del mismo autor en el que enseña a fabricar los pop-up, así que pronto podré crearlos yo misma. Menudos saltos de alegría pegué cuando abrí mi regalo. Eso sí, me parece bastante complicado y me abruma un poco, pero seguro que puedo hacer algo molón. ¡Os lo enseñaré!

3pop up

Nota: verás que pongo el enlace a algunos comercios en los que poder comprar los materiales. No me llevo comisión por ello. Es donde yo compro y donde recomiendo a mis amigos y familiares que los compren porque estoy empeñada en estimular el comercio local y los pequeños proyectos de emprendimiento que con mucho esfuerzo sacan adelante las familias.

 

Y tú, ¿qué regalos has recibido últimamnete? ¿Qué te gustaría que te regalaran? ¿La maternidad ha aumentado tu creatividad?

Publicado en Salud emocional