Martes, 19 Noviembre 2019 07:43

Brunch con amigas… ¡Y enfermero!

Desde el servicio de Cuidados Paliativos que atiende a Daibel nos insisten mucho en que nosotros, los cuidadores, dispongamos de tiempo para despejarnos y atender otros asuntos. Es importante que dediquemos nuestro tiempo a cosas más allá del cuidado para no acabar agotados, quemados. Yo tuve muy claro esto desde que nació Daibel y procuré tener tiempo para mí de forma frecuente, aunque desde fuera creo que no se veía así. Y es que en esta casa hemos optado por el descanso y el ocio casero para desconectar. Esto es algo poco frecuente y que cuesta entender en la frenética sociedad en la que vivimos, en la que se nos invita constantemente a tener muchos planes y cosas que hacer.

Yo soy la primera sorprendida con la forma en la que me procuro respiros. Antes de que naciera Daibel, a mí no se me iba a caer la casa encima porque nunca estaba allí. Siempre tenía la agenda llena. Reconozco que al principio me resistí mucho. Prueba de ello es este post de los inicios del blog en el que me lamentaba de mi sensación de aislamiento. Y no tan al principio, ya que hasta que Daibel no cumplió cuatro años no estuve en paz con esta situación (y, a veces, aún a día de hoy, todavía me molesta no hacer ciertas cosas). Con el tiempo, lo que en realidad he aprendido es a escuchar mis necesidades y detectar qué es lo que de verdad me aporta valor y me beneficia. A veces, cuidarse es salir de casa. A veces, cuidarse es no hacerlo. Así que ando evitando las situaciones que me provocan un estrés innecesario, no desde la huída, sino desde la escucha de las necesidades de la familia.

Aún así, también soy consciente de que hay ciertas cosas que quiero hacer y no son posibles si no cuento con ayuda. Sobre esto quiero hablaros hoy.

Cómo es el servicio de respiro familiar

He hecho uso del servicio de respiro familiar en el domicilio de la Fundación Porque Viven y os lo quiero contar. La Fundación, que trabaja estrechamente con la Unidad de Cuidados Paliativos que atiende a Daibel, ofrece un servicio de enfermería para que un profesional se encargue del niño o niña mientras sus cuidadores principales atienden otros asuntos.

Es un servicio limitado, en el que el enfermero atiende al paciente durante 4 horas, dos veces al mes. En ese tiempo, los padres y las madres pueden salir a hacer un plan de ocio o recados, atender a otros hijos o dedicar el tiempo a alguna actividad en el hogar. También, incluso, en los casos en los que las salidas con el peque son complicadas, el enfermero puede ser una figura de acompañamiento y de apoyo logístico para la familia en un simple paseo.

Yo he usado este servicio en dos ocasiones puntuales. La primera, para que ElPadreDeLaCriatura y yo pudiésemos ir a hacer una gestión a la notaría en un día en el que Daibel no podía salir de casa por su estado de salud. Y la segunda es la que os quiero contar hoy en detalle.

Dejarse ayudar para disfrutar 

Hace un par de semanas pasé un día estupendo y el servicio de respiro ayudó a que así fuera. Por primera vez desde que Daibel nació, ElPadreDeLaCriatura y yo nos separamos unos días porque él se fue de puente con un amigo. Esto no lo hemos hecho nunca porque no nos sentíamos preparados y porque cuidar de Daibel sin relevo durante días es una movida considerable.

La verdad es que creo que esta vez nos hemos atrevido más por una necesidad nuestra que porque Daibel estuviera mejor o estable, que no es el caso. Pero también ha sido posible gracias a contar con apoyos.

Una vez que supimos que él se marchaba, yo decidí que trataría de no pasar muchas horas sola con Daibel y me organicé  y organicé a los demás para que así fuera. Uno de los días me acompañaron mis padres y mi abuela. Para otro de los días, yo tenía la ilusión de invitar a casa a unas amigas a tomar un brunch saludable. Decidí que para poder hacerlo, pediría el servicio de respiro, de manera que mientras yo cocinara y recibiera a mis amigas el enfermero atendería a Daibel y yo no tendría que estar a dos bandas y agobiada por no poder hacer ninguna de las dos cosas bien.

brunch2

El día fue redondo:

  • ElPadreDeLaCriatura disfrutó de tiempo libre en el norte de España, que le encanta, y con buena compañía
  • Yo conté con ayuda, no sólo en la atención a Daibel, sino que tuve pinche y conversación interesante, ya que Daibel pasó toda la mañana durmiendo y Álvaro, el enfermero, me estuvo ayudando en la cocina.
  • Recibí a mis invitadas con todo el cariño del mundo, tranquila, sabiendo que Daibel, que ya había entrado en horario de medicaciones y comidas, estaba perfectamente atendido.
  • Nos metimos un brunch saludable riquísimo y hecho con amor. Álvaro lo compartió con nosotras y se marchó a trabajar al hospital.
  • Conversamos y conversamos hasta que se nos hizo ya la hora cenar y cada mujer volvió a su casa. Como siempre que nos juntamos, fuero charlas llenas de comprensión y apoyo. Somos todas madres de niñ@s con necesidades especiales que nos conocimos haciendo terapia. 

Dejarse ayudar para disfrutar es bueno para todos. Álvaro pudo satisfacer su vocación social; yo no tuve que atender más cosas de la que estaban a mi alcance y puede disfrutar; Daibel fue atendido a la perfección por una persona capaz que no se sentía desbordada, como me habría pasado a mí de haber estado sola; y ElPadreDeLaCriatura pudo viajar con la seguridad de que todo estaba bien; y mis amigas reciberon lo que se merecen. Todo esto, sin haber salido yo de casa, pero sí estando en buena compañía, socializando y compartiendo. Puede que no es la forma habitual de usar el serviciorespiro familiar, pero la verdad es que no se me ocurren muchas opciones mejore. 

Si me estás leyendo y tienes un peque con necesidades especiales, te invito a pensar si necesitas un respiro y, si crees que sí, pídelo. Hay opciones, si no las conoces, escríbeme por redes sociales y yo te las cuento.

Si me estás leyendo y no tienes un peque con necesidades especiales, también te invito a pensar si necesitas un respiro y a pedir ayuda si tu conclusión es que sí.

1891 comentarios