Lunes, 11 Enero 2021 06:32
Volver a trabajar estando en duelo
Hace ya casi un año que murió Daibel. No me lo puedo creer. La vida sigue… ¡Y qué vida! Desde que se fue, el mundo se puso del revés. Yo he tenido que adaptarme a vivir sin su presencia y a salir a un mundo que no es como el de antes. Desde luego, aún estoy en el camino. No he llegado a ninguna parte. Tampoco tengo claro si hay un sitio al que llegar. ¡Basta de divagaciones! De lo que vengo a hablar hoy es de cómo he empezado a trabajar estando en una situación de duelo. No es un tema pequeño. Y no voy a presentarlo en forma de consejos porque “a mí me ha funcionado esto”. A mí no me ha funcionado nada. Yo me he visto en la necesidad de trabajar porque tenía que entrar dinero en casa. La inercia me ha llevado a donde estoy ahora. Perdí a mi hijo y mi trabajo Quiero explicar que, que mi hijo muriera, supuso que también me quedara sin trabajo. Vaya 2x1. No había otra opción. Jeni, mi jefa, trató de buscar otras soluciones y de convencerme de esto o de aquello, pero no había escapatoria. Por aquel…
Viernes, 13 Noviembre 2020 06:15
Reencontrase en casa tras perder a un hijo
Hace un año os estaba contando que nos habíamos mudado. Que después de una situación muy complicada porque vivíamos en una casa alquilada de un fondo buitre, decidimos comprarnos una casa y mudarnos a un pueblo más pequeño. Esto era posible porque Daibel ya recibía las terapias en el domicilio y los médicos de paliativos venían a verle desde el hospital.Al irnos a un pueblo más pequeño y apartado, y con la ayuda de nuestra familia, pudimos comprar la casa de nuestros sueños: con jardín, espacio para huerto, un olivo con un banco debajo, una cocina amplia, un salón acogedor con chimenea, toda la vida en una planta y hasta un cuarto de lavandería, en un pueblo y a las puertas del campo. Adapatamos la casa para que Daibel pudiese vivir en ella: rampas, mejoras en el baño y demás. Daibel solo vivió aquí 9 meses. El día que él murió y entré en casa sin él me pregunté: "¿Qué hago aquí?" No sentía que fuera mi casa. Era suya. La habíamos comprado para él. Se llama 'Los Tréboles' porque éramos tres. Llegué a sentir que ni la merecía. ¡Cuánto dolor! Kike me decía que esta casa era gracias a…
Miércoles, 28 Octubre 2020 06:03
Mis ejercicios de escritura terapéutica II: escritura creativa, diarios de viaje y registro de proyectos.
Voy a seguir hablando sobre mis ejercicios de escritura terapéutica. En el post anterior te contaba cómo me inicié en esta actividad que es ya rutinaria para mí y cuáles son los ejercicios de journaling que realizo. Hoy voy a hablaros de tres herramientas más: la escritura creativa, los diarios de viaje o de eventos y los registros que me hago cuando realizo algún reto, proyecto o programa de formación. Escritura creativa Otra forma de escritura que practico bastante últimamente es lo que llamo escritura creativa. No me atrevo a llamarlo poesía porque no me siento a la altura de semejante género literario, pero va por ahí… Se trata de textos cortos y, que no riman. En el blog hay tres ejemplos: unos sobre los niños y niñas que acompañaron a Daibel, otro sobre sus cicatrices y otro sobre nuestro hogar. En el post anterior hay otro sobre el término duelo. Y mañana dejé uno muy potente en mis redes sociales, Instagram y Facebook. Son muy expresivos, aunque cuentan con pocas explicaciones. Se trata justo de eso. Estoy más acostumbrada a escribir textos más o menos divulgativos en los que doy explicaciones con mucho detalle. En la escritura creativa expreso…
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Domingo, 25 Octubre 2020 06:56
Mis ejercicios de escritura terapéutica I: journaling
Voy a hablaros de por qué la escritura es una herramienta terapéutica para mí. En el post de hoy os contaré cómo inicié este proceso y cuáles son mis principales herramientas de journaling (concepto que explico más adelante). Y como me he alargado bastante, en el próximo post os cuento más sobre mis ejercicios de escritura creativa, diarios de viaje y registro de proyectos. Escribe sobre lo que te interesa y se convertirá en rutina Siempre me ha gustado escribir, pero no fue hasta que Daibel nació que lo empleé como una actividad terapéutica para mí. De hecho, no fue hasta entonces que comencé a escribir las cosas que de verdad me interesaban. Durante mis estudios y los primeros años en el mundo laboral escribí muchísimo: trabajos para la universidad, noticias para medios, notas de prensa, publicaciones en revistas científicas, comunicaciones para congresos, capítulos de libros académicos… Me costaba un triunfo ponerme a escribir estas cosas porque, en realidad, no me interesaban tanto como yo creía. Comencé a disfrutar de verdad de la escritura, y también la lectura, cuando me quedé embarazada. Entonces, inicié un diario de embarazo, que no me he atrevido a releer nunca, y leía mucho sobre…
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