Cuando empleas portabebés para llevar a tu hijo, el uso de estos va cambiando conforme el peque crece y avanza en su desarrollo, según las necesidades del niño y del porteador. Aunque el crecimiento de Daibel fue muy lento los primeros años y su desarrollo no ha sido el habitual, nuestra forma de portear ha ido evolucionando al mismo ritmo. Hoy os quiero contar cómo hemos ido cambiando de portabebés y por qué.  Fular elástico No va a estar bien visto que una asesora de porteo, que además tiene un hijo con hipotonía, diga que es su portabebés favorito y que lo usó durante dos años, nada más y nada menos. Pero así es. No es la opción más óptima en casos de hipotonía, ya que no ofrece un ajuste preciso, pero nos ayudó tanto... Lo que Daibel más necesitaba era contacto y yo se lo ofrecía así y os aseguro que no me arrepiento. Dada la situación en la que nos encontrábamos, era nuestra mejor opción. Es un portabebés que se aprende a utilizar rápido y creo que esa fue la clave del éxito en nuestro caso, además de que a mí me resultaba comodísimo. Antes de que Daibel…
Lunes, 30 Septiembre 2019 07:07

Pásate al armario cápsula

Las primeras pertenencias que reduje cuando cuando comencé a llevar un estilo de vida más minimalista fueron prendas de ropa. Para mí fue sencillo deshacerme de camisetas, pantalones o vestidos que no me ponía. Sé que no siempre es así y que tendemos a guardar muchos “por si acasos”. Yo siento tanta liberación con un armario con pocas prendas, que quiero compartir mi proceso y los recursos que a mí me han servido por si son útiles y tan placenteros para otras personas. Cómo llegué al armario cápsula El proceso fue muy curioso y puede que en un orden diferente al de otras personas. Para contaros cómo empezó, me tengo que remontar a septiembre de 2016, cuando empecé a trabajar en Monetes. Venía de pasar tres años en pijama, cuidando de Daibel en casa. Además, sentía que la ropa que usaba en mi trabajo anterior no tenía nada que ver conmigo. Siempre vestía de manera que me hiciera parecer más mayor con el objetivo de que me tomaran en serio. En fin...  Para tener algo decente que ponerme para ir a trabajar, me fui de compras y, como por arte de magia, encontré mi estilo por primera vez en mi…
Miércoles, 25 Septiembre 2019 07:34

Por qué nos hemos mudado

Hace diez años, ElPadreDeLaCriatura y yo decidimos vivir juntos. Surgió la oportunidad de vivir en una casa en Rivas con un alquiler muy económico. Teníamos que marcharnos de Móstoles y Getafe a una ciudad que no conocíamos, pero en la que teníamos unos amigos y la opción de vivir en una casa sobre suelo protegido cuya gestión dependía de Lazora. Cuando firmamos el contrato se hablaba, pero no se dejaba por escrito, de que pasados los diez años de protección del suelo, esos pisos se venderían y se nos ofrecerían a nosotros los primeros. En 2012 renovamos contrato y, a causa de un cambio de normativa, experimentamos una subida de precio de 150€. Seguía siendo asumible, pero la subida era considerable. Un año después nacería Daibel. En diciembre de 2016, casi con un año de antelación al vencimiento de nuestro contrato, una vecina me comentó que se iba a marchar del edificio porque se le acaba el contrato y Lazora le había comunicado su intención de no renovarlo. Desde ese momento, empezamos a informarnos y descubrimos que esto estaba pasando en muchos edificios de toda la Comunidad de Madrid construidos en suelo público protegido y gestionados por Lazora y Larcovi…
En un número nada desdeñable de ocasiones me he encontrado con familias interesadas en tener un pulsioxímetro en casa para monitorizar a sus hijos cuando están acatarrados o al darle el alta tras un ingreso en neonatos, por ejemplo, donde tienen a los bebé monitorizados por sistema. Se trata de una máquina que te dice la frecuencia cardiaca y niveles de oxígeno en sangre. Obviamente, yo no le voy a decir a nadie lo que debe o no debe tener en casa, pero sí que quiero lanzar una pregunta: ¿De verdad quieres tener una máquina del demonio en tu casa? (No se me ha visto el plumero ni ná). Ahora en serio. Hay veces que tener un pulsioxímetro en casa está justificado, pero la mayoría de las veces es innecesario. Nuestra experiencia con el pulsioxímetro Nosotros hemos tenido siempre. Llevamos casi 6 años conviviendo con él. En un principio, nos obligaron a tenerlo tras el alta de neonatos. Ahora, desde paliativos preferirían que no lo tuviéramos, pero respetan nuestra decisión de usarlo. Ellos, con razón, prefieren que no lo tengamos porque es una máquina que te lleva fácilmente a la obsesión. Es por ello que invito siempre a pensárselo dos…
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